había plaza, un termo lleno
Y una yerba un
poco fuerte
en el estómago, nos molestaba ese
vacío matero que solo se calma
con más y más mate
una brisa agitó el árbol contiguo,
debajo, una nena empezó a tiritar de frío
ocupado, con un celular en la mano
su papá no hacía nada al respecto
entonces, no tuvimos piedad de él
fue tácito:
dije, yo lo conozco a ese tipo
es el dueño de una pizzería
y es obeso
y dijiste: ser obeso y tener una pizzería
debe ser como dormir con el diablo.
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